MARÍA RETUERTO
He elegido a María Retuerto por su actividad. Mi padre era químico y mi hermana es química, por lo que estoy familiarizada con este tema y acostumbrada a escuchar conversaciones sobre esta materia. Soy una convencida absoluta de que somos química y deberíamos conocer más sobre ella para armonizar la convivencia tanto propia como con nuestro entorno. Estoy segura de que conseguiríamos, entre otras cosas, vidas más satisfactorias y relaciones más respetuosas.
BIOGRAFÍA
María nació en 1981, en familia de médicos y científicos. Su tía
Esperanza Millán, profesora de secundaria de química, le daba clases de niña y
recuerda que fue la que le traspasó su pasión. Comenta que sus padres también
sirvieron de referentes, pero no le forzaron en su elección de estudios,
apoyándole a optar por lo que a ella le hiciese más feliz. Se licenció en Ciencias Químicas por
la UniversidadComplutense
de Madrid en 2004. Realizó su doctorado
en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM)
del ConsejoSuperior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Posteriormente obtuvo la beca Fullbright que
le permitió trabajar como investigadora en la Universidad de Rutgers,
en Estados Unidos. Tras
su estancia en EEUU se incorporó al Instituto Niels Bohr danés
con un contrato de investigación y en 2015 fue contratada en el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica (ICP) del
CSIC.
Su campo y fuente de motivación son las energías renovables y el medio
ambiente.
Ha sido señalada recientemente como “la científica española que marcará la historia del hidrógeno
verde como combustible del futuro”. María señala el
hidrógeno verde como una de las herramientas contra el cambio climático. Su uso
directo contribuye a la reducción de las emisiones, resultando una opción
limpia para muchos sectores difíciles de electrificar.
“La ventaja de
este hidrógeno, libre de contaminación, es que se puede volver a convertir en
electricidad mediante pilas de combustible, inyectar en la red de gas natural,
usar como generador de calor industrial y reemplazar al hidrógeno contaminante
que se usa hoy en día”.
El trabajo de
María se centra en la generación del propio hidrógeno verde. El hidrógeno es el
elemento más común en el universo, pero hay que generarlo, dado que no lo
encontramos libremente en la naturaleza. El proceso más eficiente para producir
hidrógeno verde a partir de energías renovables es la electrólisis. Concretamente
se utiliza la corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno que
encontramos en el agua.
“El hidrógeno
verde es uno de los pilares de la transición energética”.
María fue una
de las tres empleadas del CSIC galardonadas con el Premio L'Oreal-UNESCO, que premia
proyectos de investigación contribuyendo a visibilizar a las mujeres científicas menores
de 40 años.
En
la entrevista mantenida en esa ocasión, hacía referencia a los motivos por los
que había decidido dedicarse a las ciencias, hablando de si había tenido
influencias o referentes cercanos y de sus impresiones como mujer en un campo
tradicionalmente relacionado con hombres.
Con su trabajo María sirve de modelo y como referente a otras mujeres que sueñan con dedicarse a la ciencia, pero sienten que se trata de un futuro laboral incómodo y con pocas garantías de reconocimiento de su trabajo. Por mi experiencia derivada de una convivencia estrecha con personas dedicadas a la ciencia, con horas de laboratorio y obligación de cumplir un ritmo de trabajo experimental, no siempre controlable en cuanto a los tiempos y ritmos de trabajo, es cierto que requiere sacrificio, disposición absoluta cuando sea necesario y otras peculiaridades que muchas veces alejan a las mujeres en cuanto a su decisión de dedicarse profesionalmente a este ámbito. Sin apoyo por parte de familia, parejas y demás convivientes, el desempeño de estas profesiones puede llegar a ser un verdadero problema.
Seguiremos trabajando la concienciación para conseguir sociedades más igualitarias, donde las elecciones de profesión no vengan en parte determinadas por lo angustiosas que nos resultarán a la hora de llevarlas a cabo, sabiéndonos corresponsables en la convivencia familiar.